LA FIRMA HABITUAL Y USUAL EN LOS TESTAMENTOS OLÓGRAFOS: CUESTIONES SOBRE LA FIRMA HABITUAL O DE «MANO PROPIA» COMO REQUISITO DE VALIDEZ.
Palabras clave:
TESTAMENTO OLÓGRAFO, FIRMA HABITUALResumen
El testamento ológrafo es aquel enteramente escrito por el testador. En definitiva, se trata de una de las formas testamentarias más sencillas, por cuanto no han de concursar verdaderas formalidades en el acto de su otorgamiento. Con todo, esta aparente sencillez no es sinónimo de absoluta libertad, de suerte que su documentación habrá de respetar ciertas prescripciones legales, en cuya ausencia la voluntad mortis causa no surtirá efectos jurídicos. En este sentido, el Código Civil español, en su artículo 688, reclama el concurso de los siguientes presupuestos: completa autografía del testador, firma y expresión del año, mes y día. En estas líneas tendremos ocasión de revisar las particularidades que rodean al requisito de la firma ya que, según doctrina y jurisprudencia, únicamente la firma habitual del testador cumple con las finalidades referidas a la perfección de su declaración de voluntad y la constatación de la autoría del negocio.